La Plata, jun 29 (DIB/AMPLIACI??N).- Luego de diversos allanamientos que
se llevaron a cabo ayer en el centro de la ciudad de La Plata, la región de la
capital bonaerense amaneció con una nueva ola de amenazas telefónicas a
escuelas y hasta una “bomba de cloro” terminó afectando a alumnos y docentes de
un establecimiento.
Varios alumnos y maestros del secundario del colegio
San Cayetano, ubicado en avenida 44 entre 29 y 30, resultaron descompuestos y
debieron recibir asistencia médica como consecuencia de una “bomba de
cloro” que fue arrojada en el baño y que obligó a suspender las clases.
El hecho ocurrió en horas de la mañana, cuando un
fuerte e intenso olor a cloro comenzó a invadir el pasillo y las aulas del
segundo piso, por lo que los alumnos debieron ser llevados al patio del
establecimiento. Los efectos fueron tal que al lugar debieron acudir tres
ambulancias para atender a los alumnos y docentes que resultaron afectados por
el “el fuerte olor a cloro” que había.
El episodio es el quinto en lo que va del año y el segundo
en la semana, ya que el lunes también ocurrió lo mismo, y hasta una de las
veces lanzaron una bomba de humo.
En tanto, una decena de instituciones de La Plata y Berisso
sufrieron llamados telefónicos, lo que obligó a la movilización de la Policía y
especialistas en bombas. Entre los afectados estuvieron los alumnos del tradicional
Normal 1, el colegio del cual identificaron el llamado que derivó en los
operativos de las últimas horas en la zona de Tribunales, quienes debieron ser
evacuados nuevamente. De esta forma, el establecimiento ubicado frente a la
Catedral platense, sigue acumulando horas sin clases y ya sufrió en lo que va
del año al menos catorce intimidaciones telefónicas. La Policía y la división
explosivos se hizo presente en el lugar para descartar la veracidad del llamado.
Algo similar sucede en el Albert Thomas, donde nuevamente se
registró una amenaza de bomba a través de un llamado al 911. Según
denuncian padres de los chicos, también se registraron el martes y jueves.
En tanto, durante la mañana también dieron cuenta de episodios similares
en el Liceo Víctor Mercante de Diagonal 76 entre 4 y 5, y en la secundaria
Pedro Benoit de 48 entre 8 y 9. En este caso, los alumnos permanecieron en la
calle más de tres horas hasta que llegaron los especialistas en explosivos.
Mientras que en Berisso, una de las zonas más afectada, al
menos seis establecimientos fueron blanco de los llamados amenazantes que
dejaron a los chicos sin clases por unas horas. Las Media Nº 1, 2 y 3, la
Técnica Nº 1, la Parroquial, el Jardín 913 y el Instituto Canossiano
San José, debieron ser evacuados y personal de explosivos de la Provincia tuvo
que intervenir.
Un demorado
Ayer un adolescente de 14 años que está acusado de realizar
una falsa amenaza de bomba a la escuela secundaria donde concurre, el mismo día
que tenía que rendir un examen, fue demorado en La Plata luego de un operativo
realizado por efectivos de la Policía. La captura la llevaron a cabo detectives
de la DDI de la ciudad tras un allanamiento en un departamento sito en avenida
13 entre 46 y 47, donde se incautó el teléfono celular desde donde se habría
efectuado la llamada.
Todo comenzó en las últimas horas cuando en la Escuela
Normal 1 de La Plata se recibió una comunicación telefónica que alertaba que en
el establecimiento educativo habían colocado una bomba. Tras desalojar el
lugar, personal policial de la Dirección de Explosivos revisó el inmueble y
comprobó que la amenaza había sido falsa.
Como viene informando DIB, en las últimas tres semanas, se
registraron al menos 50 llamados intimidatorios en establecimientos
educativos. Justamente la mayor parte se concentraron en varios edificios del
centro de la capital provincial y de Berisso. Aunque también se detectaron en
ciudades como Pilar, Junín y Tandil.
Según fuentes del ministerio de Seguridad, en la mayoría de
los casos las amenazas las llevan a cabo los mismos alumnos en períodos de
examen o por “efecto contagio”. Ante cada llamado, la policía se ve
obligada a desplegar el protocolo de seguridad y de evacuación de los
estudiantes de los edificios, lo que complica el funcionamiento académico y
genera gastos al Estado. (DIB) FD