La Plata, jun 2 (Por Andrés Lavaselli, de Agencia DIB).- La
gobernadora María Eugenia Vidal abrió conversaciones con referentes del
peronismo en busca de asegurar el proyecto de rebaja de las facturas eléctricas
a costa de las arcas municipales, lo que le evitaría una derrota similar a la
que sufrió el presidente Mauricio Macri. Pero, a la vez, esas negociaciones
pueden comenzar a delinear los últimos acuerdos previos al año electoral.
El viernes, Vidal consiguió la habilitación para llevar
iniciativa al recinto de sesiones, un paso para el cual resultó esencial la
falta de cohesión en el peronismo para trabarlo. Se trató de una doble victoria
de la Gobernadora: el proyecto será tratado ???y podría aprobarse- el jueves, y
el kirchnerismo, que impulsaba el rechazo de plano, no pudo lograr que todo el
peronismo se unifique.
Casi en paralelo, la Gobernadora se veía, en forma
reservada, con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, uno de los
referentes del “peronismo dialoguista”. Unos días antes, Vidal había mantenido
otro almuerzo políticamente significativo, en esa oportunidad con Sergio Massa,
líder de otro sector del peronismo provincial, por ahora alejado de las
estructuras partidarias.
Aunque las agendas se mantuvieron en estricta reserva ???los
voceros oficiales ni siquiera aceptan que los encuentros se hayan producido-,
es probable que la cuestión del proyecto que abarata un 6 % las facturas de
electricidad quitando impuestos cuya recaudación va a las comunas haya sido
parte de ambos diálogos. La posibilidad de una compensación a los alcaldes si
se aprueba, tal vez también.
Pero aunque se trata de un tema en el cual todos,
oficialismo y oposición, han invertido gran esfuerzo, no es lo más importante
que se puso en debate allí. Lo que comenzó a conversarse es el esquema de gobernabilidad
para el último tramo del año, tal vez los últimos acuerdos posibles en muchos
tiempo si se tiene en cuenta que 2019 será electoral. El presupuesto es el gran
objetivo allí.
La novedad es que Massa vuelve a aparecer como un posible
aliado estratégico en el Parlamento, al modo en que lo fue en 2016. La relación
se había enfriado al compás del deterioro del vínculo con el propio Macri, pero
el tigrense quiere recomponer con Vidal y tal vez la votación del jueves por
las tarifas eléctricas le dé una oportunidad de oro para hacerlo.
Las especulaciones que rodean el presente de Massa no serían
ajenas a la movida. Por estas horas tomó fuerza una versión que indica que los
mandatarios de la Corriente Argentina Federal apoyan su candidatura a
Gobernador, algo que él mismo habría comenzado a analizar seriamente. Aquellos
gobernadores creen que no hay intendentes peronistas ???incluyendo a Verónica
Magario- en condiciones de asumir ese rol.
Miguel Pichetto ha dicho a interlocutores cercanos hace unos
días que el candidato presidencial tiene que ser Felipe Solá. Esas infidencias
tal vez hagan juego con las ambiciones de Massa. O incluso con las de Randazzo,
que se reunió hace poco con le tigrense. En ambos casos, el activo político es
el alto nivel de conocimiento, más allá de que vengan de protagonizar
estruendosos fracasos electorales.
El otro interlocutor de la Gobernadora, Insaurralde,
representa al grupo de intendentes que hasta ahora reemplazaron a Massa como aliado privilegiado, aunque con
menos nivel de compromiso que el que supo tener el líder del Frente Renovador.
Con ellos, venía tejiendo una serie de compromisos que implicaban el acceso de
hombres ligados a los intendentes a sillones hoy vacíos en los organismos de
control.
El nombre de la renovadora Valeria Arata, mencionada en
algunos mentideros como posible pieza de recambio en el más codiciado de todos
esos organismos, el Tribunal de Cuentas, tal vez los alarmó, aunque por ahora
no hay ninguna confirmación de que se vaya a avanzar por allí. En ese marco
siguen siendo, por el momento, interlocutores razonablemente confiables de la
Gobernadora. (DIB)
La Plata, jun 2 (Por Andrés Lavaselli, de Agencia DIB).- La
gobernadora María Eugenia Vidal abrió conversaciones con referentes del
peronismo en busca de asegurar el proyecto de rebaja de las facturas eléctricas
a costa de las arcas municipales, lo que le evitaría una derrota similar a la
que sufrió el presidente Mauricio Macri. Pero, a la vez, esas negociaciones
pueden comenzar a delinear los últimos acuerdos previos al año electoral.
El viernes, Vidal consiguió la habilitación para llevar
iniciativa al recinto de sesiones, un paso para el cual resultó esencial la
falta de cohesión en el peronismo para trabarlo. Se trató de una doble victoria
de la Gobernadora: el proyecto será tratado ???y podría aprobarse- el jueves, y
el kirchnerismo, que impulsaba el rechazo de plano, no pudo lograr que todo el
peronismo se unifique.
Casi en paralelo, la Gobernadora se veía, en forma
reservada, con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, uno de los
referentes del “peronismo dialoguista”. Unos días antes, Vidal había mantenido
otro almuerzo políticamente significativo, en esa oportunidad con Sergio Massa,
líder de otro sector del peronismo provincial, por ahora alejado de las
estructuras partidarias.
Aunque las agendas se mantuvieron en estricta reserva ???los
voceros oficiales ni siquiera aceptan que los encuentros se hayan producido-,
es probable que la cuestión del proyecto que abarata un 6 % las facturas de
electricidad quitando impuestos cuya recaudación va a las comunas haya sido
parte de ambos diálogos. La posibilidad de una compensación a los alcaldes si
se aprueba, tal vez también.
Pero aunque se trata de un tema en el cual todos,
oficialismo y oposición, han invertido gran esfuerzo, no es lo más importante
que se puso en debate allí. Lo que comenzó a conversarse es el esquema de gobernabilidad
para el último tramo del año, tal vez los últimos acuerdos posibles en muchos
tiempo si se tiene en cuenta que 2019 será electoral. El presupuesto es el gran
objetivo allí.
La novedad es que Massa vuelve a aparecer como un posible
aliado estratégico en el Parlamento, al modo en que lo fue en 2016. La relación
se había enfriado al compás del deterioro del vínculo con el propio Macri, pero
el tigrense quiere recomponer con Vidal y tal vez la votación del jueves por
las tarifas eléctricas le dé una oportunidad de oro para hacerlo.
Las especulaciones que rodean el presente de Massa no serían
ajenas a la movida. Por estas horas tomó fuerza una versión que indica que los
mandatarios de la Corriente Argentina Federal apoyan su candidatura a
Gobernador, algo que él mismo habría comenzado a analizar seriamente. Aquellos
gobernadores creen que no hay intendentes peronistas ???incluyendo a Verónica
Magario- en condiciones de asumir ese rol.
Miguel Pichetto ha dicho a interlocutores cercanos hace unos
días que el candidato presidencial tiene que ser Felipe Solá. Esas infidencias
tal vez hagan juego con las ambiciones de Massa. O incluso con las de Randazzo,
que se reunió hace poco con le tigrense. En ambos casos, el activo político es
el alto nivel de conocimiento, más allá de que vengan de protagonizar
estruendosos fracasos electorales.
El otro interlocutor de la Gobernadora, Insaurralde,
representa al grupo de intendentes que hasta ahora reemplazaron a Massa como aliado privilegiado, aunque con
menos nivel de compromiso que el que supo tener el líder del Frente Renovador.
Con ellos, venía tejiendo una serie de compromisos que implicaban el acceso de
hombres ligados a los intendentes a sillones hoy vacíos en los organismos de
control.
El nombre de la renovadora Valeria Arata, mencionada en
algunos mentideros como posible pieza de recambio en el más codiciado de todos
esos organismos, el Tribunal de Cuentas, tal vez los alarmó, aunque por ahora
no hay ninguna confirmación de que se vaya a avanzar por allí. En ese marco
siguen siendo, por el momento, interlocutores razonablemente confiables de la
Gobernadora. (DIB)