Ante Vidal, la Iglesia hizo una dura crítica de la situación social

La plata, jun 22 (DIB).- La máxima jerarquía de la Iglesia
Católica Argentina trazó hoy un duro diagnóstico de la realidad social del país
en el que destacó la creciente desigualdad y, ante la presencia de la
gobernadora María Eugenia Vidal y la ministra de Desarrollo Social Carolina
Stanley, pidió “sensibilidad”, al tiempo que advirtió que “el ajuste no lo tienen
que pagar los más pobres”.

El mensaje eclesiástico fue formulado por el presidente de la
Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, Oscar Ojea y el
titular de la comisión de Pastoral Social de ese cuerpo y obispo de Lomas de
Zamora, Jorge Lugones, en la apertura de la semana social de la Iglesia que se
realiza en la ciudad de Mar del Plata, este año bajo el lema “Democracia: un camino de servicio a los
pobres”.  

“El nivel de inequidad (en
la Argentina) es enorme y se acentúa cada vez más más”, dijo Ojea, quien
aseguró que existe “honda preocupación” en la Iglesia “por lo que ocurre en
nuestra patria”. En ese sentido, apuntó que “el 60 por ciento de los
argentinos gana menos de 15.000 pesos por mes” y afirmó que “ante
esta realidad la Iglesia no puede dejar de decir que el ajuste no lo tienen que
pagar los pobres”.

Ojea, un prelado cercano al Papa
Francisco fue aplaudido en el salón del Hotel 
Sindical 13 de Julio, donde se desarrollarán durante una semana los
encuentros y deliberaciones. El cierre estuvo a cargo de Lugones, otro de los
obispos que fue aupado en la Conferencia a impulso del Papa argentino, que viene
renovando cargos en la jerarquía eclesial local con obispos de marcada
sensibilidad por la cuestión social.

“Están bien los verbos ?estar” y
?hacer”, pero lo importante es sentir y tener sensibilidad social”, dijo
el titular de la Pastoral Social.  El
mensaje pareció dirigido directamente a Vidal no solo porque cito un slogan
habitual del discurso político de la Gobernadora, sino porque ella misma lo
había pronunciado unos minutos antes la siguiente frase:   “Hacer y estar tienen que ser hechos concretos.
La inclusión no es un discurso”.

El obispo ?encargado del discurso de cierre- había señalado además
que “vivimos situaciones sociales difíciles. Los problemas son
acuciantes”. También aseveró que existe un número importante de indigentes
“que no tienen chance. Y esto nos duele”. También hizo referencia a
que “los despidos y suspensiones”,  sobre
lo que señaló que “nos golpean continuamente la puerta hermanos y hermanas que
están perdiendo el trabajo.

Vidal y Stanley fueron así las encargadas de recibir el crítico
mensaje de la Iglesia dos semanas después de entrevistarse en Roma con el Papa,
en una audiencia privada de 80 minutos de la que participó además el jefe de
Gabinete provincial Federico Salvai y el secretario General de la Gobernación,
Fabián Perechodnick. Vidal mantiene una buena relación con Jorge Bergoglio
desde que ella era ministra de Desarrollo Social porteño y el arzobispo de
Buenos Aires.

Sin embargo, aquella hermética reunión y la buena relación
histórica no impidieron las críticas, que fueron aplaudidas por buena parte de
los 450 asistentes que colmaron las instalaciones, entre los cuales había
varios gremialistas. Lugones no se privó de señalar que en la provincia “no
existen ?copas de leche” en la provincia y aseveró que los comedores están
“atestados”. Y de resaltar que “nosotros no vemos que se construyan
hospitales”.

 

Aborto, “un drama”

A una semana de la media sanción de la Ley de Interrupción Legal
del embarazo, ambos obispos realizaron menciones críticas. “El aborto no es un
derecho sino un drama. Hemos perdido la oportunidad de legislar sobre cómo
apoyar a las madres con embarazos no deseados”, afirmó Ojea.  

Lugones también criticó
la legalización al señalar que “si no respaldamos a las familias estamos
fritos”. Agregó que “atentamos contra las familias con el
divorcio y con el aborto”, dijo el obispo y sostuvo que “el Estado
debe hacerse cargo”.  (DIB)