La Plata, may 31 (DIB).- La crisis industrial y laboral se
agravó en los últimos días en la localidad bonaerense de Chacabuco, donde dos
empresas cerraron sus puertas y otra realizó varios despidos, mientras que los
trabajadores de una tradicional panificadora local fueron notificados sobre su
inminente cierre.
Al cierre de la molinera Cuesta Colorada ubicada en el
parque industrial local se sumó en las últimas horas el de la estación de
servicio Petro Nort, con más de 50 años, donde cumplían tareas 6 trabajadores.
En tanto, los 18 trabajadores de la tradicional panificadora
Maitén recibieron la triste noticia de que la planta cerrará sus puertas
también, por lo que quedarán en la calle. El argumento es que la empresa de
galletitas Don Satur con la que trabajan, rescindirá el contrato y dejará de
comprarle la producción a partir del mes que viene.
Según publicaron los medios locales, tal como sucede con
Cuesta Colorada la empresa quiere abonar el 50% de la indemnización, por lo que
los trabajadores, nucleados en el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la
Alimentación (STIA), comenzaron con tratativas en el Ministerio de Trabajo.
Asimismo, unos 10 trabajadores fueron despedidos ayer del
obrador de la Ruta 7. La firma es una Unión Transitoria de Empresas (conocida
en la jerga por sus siglas, UTE) conformada por HOMAQ S.A., Constructora Dos
Arroyos S.A. y UCSA, quienes ganaron la licitación de la obra de la Variante
Chacabuco y el tramo de la autopista 7 de Carmen de Areco a Junín por un valor
que superó los 1.200 millones, según informaron los medios locales.
Allí trabajan entre 80 y 95 personas de Junín y Chacabuco,
10 de los cuales fueron notificados de sus despidos en las últimas horas. Uno
de los trabajadores despedidos, Sergio Atencio, explicó que la empresa alega
como causa de los despidos la “rotura de los camiones”, que los empleados
atribuyen a “un daño normal que puede atribuirse al uso continuo de los mismos”.
Ayer, los empleados cortaron la ruta 7 para pedir por las
reincorporaciones. A estos despidos se suman los de Ingredion el año pasado, y
que varios pequeños comercios debieron bajar sus persianas por la dificultad en
el pago de tarifas. (DIB) MCH