Panorama político: El peronismo huele sangre y la provincia es una presa

La
Plata, may 26 (Por Andrés Lavaselli).- La tormenta económica que semana a
semana nubla una porción más ancha del horizonte no solo puso en entredicho los
planes políticos del oficialismo, también está alterando los del peronismo. Pero
las mutaciones tiene un sentido inverso: mientras Cambiemos se sumergió en un debate
defensivo que buscar respuestas al acertijo de cómo ajustar sin perder el
poder, la oposición ingresó en una fase expansiva en la que la unidad ya no
parece un objetivo inalcanzable.

“Nos
transformamos en el partido del ballotage” es el resumen de moda en el
peronismo a la hora de explicar qué cambió desde diciembre hasta ahora. El
razonamiento detrás es que en ese lapso, acotado por la reforma jubilatoria y
el retorno al FMI, el peronismo pasó de la resignación a la esperanza. De dar
por perdido el próximo turno electoral a creer que se abrió una chance de
derrotar a Cambiemos, algo que por ahora las encuestas solo permiten imaginar
en una segunda vuelta.

La
perspectiva de una recesión que congele la economía al menos hasta bien entrado
el año próximo ???que no descartan ni en el oficialismo-va atada a la
eventualidad de que la caída en picada que experimenta la imagen pública de
Mauricio Macri termine por arrastrar la de María Eugenia Vidal o convenza al
oficialismo de postularla a Presidenta, lo que le añade una dimensión a la
coyuntura. El territorio bonaerense vuelve a ser central en el presente de ese
sector.

La
seguidilla de reuniones de la semana que pasó lo demuestra. Sergio Massa ???y,
tal vez más significativamente Graciela Camaño- se encontraron con los filo
kirchneristas Fernando Espinoza y Verónica Magario. Felipe Solá ???a estas
alturas un massista de frontera- almorzó con las cuatro espadas más importantes
del peronismo “dialoguista” del Conurbano, los intendentes Martín Insaurralde,
Gustavo Menéndez, Gabriel Katopodis y Mariano Cascallares.

Las
versiones sobre qué se habló en cada una de esas tenidas difieren según quién
las relate. Así, Massa habría escuchado ???y rechazado de modo tajante- una
oferta para ser candidato a gobernador, o habría adelantado que competirá por
dentro del peronismo, aunque también lo haga Cristina Kirchner. Solá habría
recibido una oferta ???avalada por la Expresidenta- para competir, según algunos
por la gobernación o de acuerdo a otros por la presidencia, un destino este
último más acorde a su idea de sí.

Un
baqueano del peronismo del Conurbano lo describe así: “por ahora, somos como un
partido de fútbol infantil, corremos todos detrás de la pelota”. Y está claro
que definir planes electorales en Argentina, a más de un año parar la elección,
es un ejercicio de ficción. Pero también que en medio del desorden comienzan a
aparecer principios de ordenamiento. El principal es la unidad: una meta que ???en
sus diversas variantes- la expectativa del triunfo vuelve a tornar, al menos,
pensable.

No
todos, claro, la sostienen con el mismo énfasis. Los intendentes “dialoguistas”
la consideran esencial. “Si hay listas divididas, no solo aumentan las chanes
de Macri o Vidal, también es factible que perdamos más intendencias, algunas
del Conurbano”, dicen. En el massismo hay opiniones divididas. Campea allí un
clima de satisfacción -Macri, que despreció a su Massa ahora lo precisa, se
regodean- y aceptan que la atomización 
no los ayuda. Pero advierten que “los rejuntes no suman per se”.

Para
esos dos sectores, el escenario muestra signos de un cambio irreversible de
tendencia. Pero los dos creen que debe primar la prudencia en el peronismo.
Planean una exposición limitada para que, como dicen, “sea el gobierno el que
deba explicar el desastre”. Para ellos, iniciativas como la marcha al obelisco
del 25 de mayo son un error. “Aparecen figuras como mucho rechazo y se alienta
la polarización que puede favorecer a Macri”, dicen.

Esa
queja da pistas de una clave aún irresuelta: el rol de CFK. La retracción
pública de la ex presidenta parece productiva en términos políticos. En las
últimas cuatro semanas, por caso, mejoró algo su imagen. Pero todavía falta
para saber si jugará o no una candidatura. En el vacío, otros dirigentes de su
espacio, como Agustín Rossi, caminan el territorio. Luego si verá si se trata
de un señuelo o es una iniciativa real. Una variable a atender es el nivel y la
velocidad del deterioro de Macri: más allá de cierto umbral, las posibilidades
de que CFK vuelva aumentan dramáticamente.

 

A
la espera

Mientras
esas elucubraciones ocupan a la oposición, en la Provincia aguardan la resolución
de la incógnita que los inquieta desde hace tres semanas: cómo y por dónde
pasará el ajuste. Aunque con idas y vueltas, la idea que parece prevalecer es la  de que lo haga el Estado y no los privados.
Para decirlo brutalmente: menos obras públicas y en lo posible empleados en vez
de más retenciones.

En
provincia creen que tendrá que hacer algo similar a lo que haga Nación. Y
siguen temiendo por el impacto electoral de un recorte en las obras para el
Conurbano. Mientras, Vidal habilitó ???al igual que Macri- la opción del retiro
voluntario. Podría ser la antesala de un nuevo gesto de reducción del gasto
político. (DIB)