Panorama político: Tarifas, una batalla que recién empieza en PBA

La Plata, abr 28 (Por Andrés Lavaselli, de la redacción de
DIB).- El disciplinado movimiento que protagonizó María Eugenia Vidal para
tratar de minimizar el inevitable costo político de la nueva ola de aumentos de
tarifas fue relativamente exitoso porque, al menos por un rato, logró cambiar
el eje de la discusión y devolverle cierto grado de iniciativa al oficialismo.
Pero la puja está lejos de haberse agotado: ahora se abre un segundo capítulo
que podría inducir una unificación de hecho de la oposición peronista.

El contexto en el cual la discusión por las tarifas alcanzó
su clímax está marcado por malas noticias políticas para Cambiemos: el
optimismo económico que ayudaba a sortear ajustes parece agotado (la
Universidad Di Tella informó una caída del 8,5% en su índice de confianza del
consumidor) y la imagen de Vidal esta vez no parece quedar al margen del
magullón que sufre la de Mauricio Macri, que cayó 10 puntos y está en los niveles
previos al “subidón” electoral de 2017.

Para colmo, después de una semana en que debió convencer a
sus propios aliados de la necesidad de no dar marcha atrás con los aumentos, el
Presidente perdió a Emilio Monzó, su interlocutor parlamentario con el
peronismo y vislumbró que una entente entre federales y massistas podría tener
éxito en el intento de que se apruebe una ley para morigerar los incrementos.
Desde el punto de vista de Macri eso equivale a llegar a la antesala electoral
con el tema aún en el centro del debate.

Por eso, el intento de involucrar a los gobernadores en un
plan para evitarlo. Ese el trasfondo de la quita de impuestos y cargas para
hacer bajar el monto final de las facturas de luz, gas y agua que lanzó Vidal
el lunes. La gobernadora avanzó sin chistar, aunque no está convencida de la
necesidad económica de imprimirle a los aumentos el ritmo acelerado que tienen
ni micho menos que eso sea un requisito para asegurar el buen funcionamiento de
las redes de servicios.

La idea tuvo un éxito relativo. Con una porción importante
de la población con dificultades reales para pagar, era inevitable que la
cuestión colonizara la agenda. Pero desde el lunes, “la baja que impulsa Vidal”
es uno de los ítems que anima el debate. Vidal no logró, sin embargo, que su
cometido se plasmara por completo. Intendentes del peronismo “dialoguista” y
massistas evitaron una baja mayor, que se lograba quitando fondos que hoy van a
parar a los tesoros municipales.

Martín Insaurralde y el propio Sergio Massa dirigieron esa
resistencia, que tuvo a la cámara de Diputados como su escenario principal.
Fue  una jornada plagada de negociaciones
bajo cuerda. Cambiemos, por caso, “escondió” a cuatro legisladores ???dos varones
y dos mujeres- que estaban presentes en la Legislatura pero no bajaron a votar
para que la oposición alcanzara el número necesario que le permitió aprobar un
proyecto que impide el desembarco de Farmacity en Provincia.

Todos saben que ese proyecto será rechazado en el Senado,
pero todos ganaron algo con los que ocurrió en Diputados. El FR lideró una
movida que tiene como objetivo mayor al vicejefe de Gabinete Mario Quintana,
fundador y aún dueño de la empresa. Cambiemos evitó la realización de una
sesión especial que hubiese consistido en la repetición constante de una verdad
evidente: las bajas de impuestos no compensan ni de lejos las subas de tarifas
en el monto final de las facturas.

Ahora, Vidal va por más. Impulsa el tratamiento en la
comisión de Presupuesto del proyecto de ley que quita los fondos que perciben
los municipios. Es probable que en el Senado pueda aprobarse, pero en Diputados
habrá una batalla importante. La gobernadora ya definió la estrategia: acusará
a los alcaldes peronistas de no permitir bajar lo poco que se puede bajar de
tarifas sin volver a complicar el sistema.

Esa presión será acompañada con cifras. El gobierno afirma
que las comunas perderían, en total, unos $ 1.300 millones con la medida, pero
informa que con el goteo producto del nuevo esquema de reparto del fondo del
Conurbano, este año recibirán $ 3 mil millones que no tenían presupuestados.
Los intendentes responderán con simpleza: el aumento ???el ajuste- fue una
decisión de Macri y Vidal y son ellos quienes deben pagar el costo de
aplicarlo.

Muy cerca de Vidal admiten lo obvio: los intendentes que se
quejan también son de Cambiemos, aunque estos lo hagan por lo bajo. Pero
arriesgan que eso no impedirá que todos los diputados propios voten a favor de
la eliminación. Y ponen como ejemplo de que siempre hay paliativos la ley que
ajusta la tributación de countries, por la que Provincia espera recaudar $ 2
mil millones, lo mismo que le cuesta su parte en la reducción tarifaria. O la
nueva ley de Turf, que quita subsidios por $ 1.300 millones de pesos hasta
2019. Aunque eso sea parte de otra tormenta. Tal vez, la próxima. (DIB)