Panorama Político: El peronismo, entre el desafío y el temor a Vidal

La Plata, abr 14 (Por Andrés Lavaselli, de la redacción de
DIB).- La polémica intervención del Partido Justicialista nacional que dispuso
la jueza María Romilda Servini hizo girar de inmediato las miradas a la
estructura provincial de esa fuerza, que al menos en teoría podría correr la
misma suerte justo cuando comienzan a asomar dos indicios de un incipiente ???y
parcial- ordenamiento de ese sector: una candidatura provincial que sintetiza varios
cacicazgos y una variante electoral para protegerse de la potencia electoral que,
admiten, tendrá la gobernadora María Eugenia Vidal.

Técnicamente, Luis Barrionuevo podría avanzar en una
intervención de ese tipo ya que ese movimiento está comprendido entre las
facultades del cargo en el que lo colocó Servini, aunque es poco probable que lo
haga al menos hasta tanto la Cámara resuelva la apelación que José Luís Gioja
interpuso contra esa designación. Pero si el tribunal de alzada ratifica a la
primera instancia, nadie sabe qué puede pasar, comenzando por Gustavo Menéndez,
el presidente del PJ bonaerense, que no por casualidad se mostró muy activo en
el rechazo al fallo de la jueza electoral.

Además de contar con más fondos electorales, controlar el PJ
permitiría cerrar la puerta a que esa fuerza forme parte de un mismo frente
electoral con el kirchnerismo, algo que de todos modos ya ocurrió en las
elecciones pasadas sin necesidad de que una medida judicial que lo imponga.
Claro que ahora de lo que se trata para el peronismo es de superar aquella
división, por lo que una irrupción de Barrionuevo podría complicar las cosas,
sobre todo si contara con algún tipo de respaldo de gobernadores y, de la mano
de ellos, del massismo y el randazzismo.

El peronismo provincial, por su parte, podría estar
encontrando un principio de ordenamiento tras la debacle de 2015. O eso dicen
los que impulsan la candidatura a gobernadora de Verónica Magario, que en las
últimas semanas comenzó a tomar vuelo. Eso ocurrió, en parte, porque varios
intendentes que en su momento habían insinuado una voluntad de competir la
dejan hacer. Entre ellos los “dialoguistas” Martín Insaurralde y, dicen, el
propio Menéndez. Para ellos, la urgencia comenzó a ser otra: proteger sus
propios territorios en 2019.

Magario minimiza el riesgo de enfrentar a Vidal porque tiene
las espaldas cubiertas: el candidato en La Matanza será Fernando Espinoza, el
exintendente que, además de aliado político, es su pareja. Espinoza, reconocen
en Cambiemos, marcha primero en la encuestas por una luz de 20 puntos,
difícilmente descontable. Por eso, Magario tiene libertad de intentar la
aventura provincial: si gana será un “batacazo” y, si no, quedará posicionada.
En ninguna de esas opciones se contempla la posibilidad de perder su bastión,
base de su influencia política. 

Si el repliegue de los intendentes marca en los hechos un
acercamiento a Magario y, a través de ella al kirchnerismo, en el plano
electoral, en la Legislatura no necesariamente ocurrirá lo mismo. Los alcaldes sellaron
un entendimiento con Vidal por todo el año, que incluye el tratamiento del
presupuesto 2019, el del año electoral. Como fuere, la confluencia de los
intendentes tras la candidatura de Magario marca un principio de cohesión, aunque
parcial porque por ahora parece dejar afuera al massismo y al randazzismo.

Por si hiciese falta aclarar que el juego de los intendentes
hoy es otro, el diputado Federico Otermín, mano derecha de Insaurralde,
presentará en los próximos días un proyecto de ley que despejará dudas. Plantea
que en PBA se vote el año próximo con una boleta única papel que abarque todas
las categorías, desde presidente a concejales. La idea supone desafíos técnicos
notables ???compatibilizar los regímenes de votación  nacional y provincial- pero el objetivo
político es claro: minimizar el “arrastre” de Vidal hacia las categorías
municipales que propicia la boleta sábana.

El oficialismo, que congeló el proyecto de dividir La Matanza
y dice no sentirse incómodo con la candidatura de Magario, trabajará ???con
buenas chances de éxito- para que el proyecto no prospere. Vidal, en lo
inmediato, tiene la mirada puesta en otro lado: luego de descartar la idea de
un cierre por decreto, el jueves ???o viernes- sus negociadores insistirán con
los docentes por el lado de la cláusula de revisión, conscientes de que la
oferta de 15% terminó de tornarse inviable luego de que el Indec informara la
inflación del primer trimestre.

El otro conflicto que preocupa a Vidal es el del Banco
Provincia, que no parece encontrar vías de solución. Se desarrolla además en
medio de rumores sobre la mirada de la Gobernadora sobre la conducción de la
entidad y, también, sobre la integración de su directorio, siempre un tema
político de primer orden. En ese plano, parece haber una definición: avanzar
???sin apuro- con el nombramiento de 3 de los 5 cargos que deben ser renovados (4
vencidos y uno vacante). Así, el oficialismo, que tiene cuatro sillones
contando el del Presidente, preservaría su mayoría y dejaría dos vacantes para
negociar en el año electoral. De la Corte y el Tribunal de Cuentas, también con
designaciones pendientes, aún nadie arriesga siquiera un esquema. (DIB)