La Plata, abr 13 (Por Martin Raggio / mraggio@dib.com.ar).- De
gira por Argentina, el músico, compositor, poeta y tarotista Carlos Ann, nacido
en Barcelona, presenta su último disco “Mapa mental”, un compendio
introspectivo de 8 temas. Un grito desesperado desde la prosa maldita del que
ha vivido tiempos salvajes y que ha vestido de una sonoridad lograda de los
años sesenta con la obsesión de un convencido.
El catalán lleva una carrera de más de 20 años editando
discos. En línea musical con Nacho Vegas y Enrique Bunbury, (con los que ha
compartido bandas y temas), viene a exhibir su extenso cancionero, con este
último desafío autobiográfico de ir regando emociones reales en un mundo
virtual.
El músico a lo largo de su obra ha coqueteado con el rock,
el indie, el latin, la electrónica y hoy le toca calzarse sus propios zapatos.
En su 11º disco en solitario, editado este año en España y México, hace un
paréntesis de los años felices y se enfoca en capitular sus tristezas
imaginarias, desde la catarsis de un peregrino en el diván.
Carlos Ann se presenta
hoy en Ciudad Vieja (17 y 71 de La Plata), junto a Canciones para Viajar,
y mañana en Makena (Fitz Roy 1519 de CABA), con Chillan Las Bestias y Pablo
Krantz.
Recién llegado de México, el compositor charló en la
redacción de DIB sobre su auspicioso presente:
¿De qué trata la gira
2018?
Estamos presentando “Mapa mental” que es el nuevo disco, es
el 11º en solitario y el 16º sumando otras producciones. Es un disco más
introspectivo, más autobiográfico. Es corto de 8 canciones con muchos
invitados. El disco cierra con una participación de Alejandro Jodorowsky, está Shuarma,
un compañero de Barcelona con el que hicimos un disco que se llamó Bushido, en
el que también estaba Enrique Bunbury y Morti. Es un disco bastante poético y
sobre todo orgánico, muy tocado con un sonido muy ancho.
¿Cómo fue esto de
grabar “Mapa Mental” en cuatro países y con técnicas de los años `60?
Fue una locura. Se grabó entre España, México, Francia y se
mezcló y remasterizó en Alemania. No encontraba el sonido que quería y al final
con instrumentos del 67 al 69 y con técnicas de grabación de los años sesenta
se consiguió este tipo de sonoridad. La preproducción fue poca y lo que es la
creación también no fue mucha, si la repetición. El tema es que lo repetí tres veces para conseguir el sonido que
quería.
¿Por qué el nombre?
Creé un mapa mental, o sea físico y además mental de verdad,
ha sido como una brújula, una suma de decisiones para poder continuar y para
desprenderse de las cosas que realmente no eran necesarias.
¿Qué es lo que más
disfrutás de la gira latinoamericana?
La paso muy bien, hay una cosa en Latinoamérica que se ha
perdido en Europa que es la frescura. Todos estamos muy estructurados. Está
todo demasiado institucionalizado e incluso la música. Y acá hay una
inmediatez, una frescura que en particular yo la agradezco mucho.
¿Qué te lleva a
componer canciones a 20 años de tu primer disco?
Es siempre intentar hacer una buena canción, e intentar
aprender de la profesión. Yo creo que la música siempre ha cometido un error
que ha sido siempre la adolescencia. Y ahora afortunadamente en España hay
muchos músicos que tienen una edad muy avanzada
y continúan haciendo inclusive sus mejores discos, lo que me da seguir aprendiendo
el oficio.
¿Qué recordás de la
época de Bushido? ¿Se volverían a juntar?
Era un gallinero. ??ramos cuatro gallos en un gallinero. Nos
queríamos mucho, nos queremos mucho, pero eso fue peor que la Guerra de
Vietnam. Con respecto a juntarnos, todo es posible, pero si se recreara nuevamente,
creo que se haría con reglas establecidas de conducta. (Risas)
¿Qué te provoca el
paso del tiempo?
Tranquilidad. Desprendimiento de las cosas inútiles, es
poder valorar cada momento el paso del tiempo. Estás más selectivo, por lo
menos en mi caso, no pierdo el tiempo en cosas estúpidas.
¿Cómo te definís: más
como poeta o como músico?
De ninguna de las dos maneras, de verdad; quiero pensar
que tengo actividades sin el peso y la
carga de siempre tener que hacer eso. Me gusta pensar que estoy de entrada y a
lo mejor de salida y esto me tiene más excitado.
¿Qué momento elegís
para recibir a las musas inspiradoras?
Cualquier hora del día. Como decía Picasso: “Que las musas
te pillen trabajando”. Y es así, tienes que estar trabajando para recibir esa
inspiración, información, esa ayuda, canalización o como quieras llamarlo.
¿Cómo es eso que
también prácticas el tarot?
Hace más de 25 años que estudio el tarot y digo -lo
estudio- porque es inacabable al igual que la música. Es parte de mi vida, es
una herramienta. Sería como constantemente un sentido a la existencia de lo que
vamos haciendo. Es un ordenador auténtico, es tecnología pura. El tarot no es
el futuro, sería más el presente, es como mostrar una radiografía del momento,
percibir las diferentes puertas y sobre todo es ordenar de una manera más
visual lo que está sucediendo. Prefiero creer que es una herramienta de ayuda. (DIB) MR