La Plata, abr 17 (DIB).- El urólogo, Pablo Colaci, detenido
en La Plata por varios casos de abuso sexual, dos de ellos con acceso carnal,
intentó mejorar su situación procesal, en oportunidad de ser citado a una nueva
audiencia de declaración indagatoria, tras la ampliación de los cargos que
formuló en su contra la fiscal Betina Lacki.
Asistido por la defensora oficial, Cecilia Sicard, el médico
dio un pormenorizado detalle de cómo era su protocolo de intervención
profesional. En ese sentido, el imputado se mostró convencido de que muchos de
los denunciantes confundieron un tocamiento natural de la zona del prepucio del
pene, que tuvo fines meramente científicos, según aclaró, con un acto impropio
de masturbación.
En una prolongada exposición con perfiles académicos, el
urólogo acusado de 17 casos de abusos contra pacientes, intentó explicar a la
Justicia que los denunciantes confundieron sus prácticas médicas con
masturbaciones y tocamientos en los genitales.
Colaci, de 46 años, estuvo casi siete horas frente a la
fiscal para una declaración indagatoria, después que se confirmaron que
son 17 las personas que acusan al especialista por vejaciones y
situaciones impropias con el ejercicio de la profesión.
En las últimas horas, la fiscalía presentó una
ampliación de las pruebas que imputan al urólogo. Logró reunir el
testimonio de 16 mayores y un menor que coinciden en que el médico
cometía abusos en los consultorios de una clínica de Ensenada y en un centro
médico de La Plata, donde los atendía. Incluso, hay relatos que cuentan experiencias
de abuso con acceso carnal, según el pedido de detención elevado al juez Pablo
Reale.
A diferencia de la primera vez, cuando se negó a declarar,
ahora preparó una presentación como si se tratara de un congreso médico,
dijeron fuentes judiciales. Colaci explicó a los instructores judiciales las
técnicas que usa en una “subespecialidad dentro de la urología”,
y aseguró que estaba capacitado para “hacer un tratamiento distinto al
común de sus colegas”.
El caso comenzó con dos denuncias, una de ellas
planteada por un adolescente, que habrían sido sometidos a estas situaciones en
2015 y 2016. Cuando se hizo público, por la repercusión llegaron otros
pacientes que hicieron relatos similares. (DIB) FD