La Plata, mar 28 (DIB).- La mujer y sus dos hijos de 24 y 26
años que fueron detenidos en Bahía Blanca acusados de haber torturado y abusado
sexualmente de dos mujeres en su casa durante varios meses, se negaron a
declarar este mediodía ante el fiscal de la causa.
Se trata de María Esther Llanos (65) y sus hijos Fernando
Rubén (26) y Gonzalo Leonardo Benítez (24), quienes fueron trasladados esta
mañana a la sede de la Unidad Fiscal a cargo de Marcelo Romero Jardín ubicada
en la calle Estomba 127, en el centro de la ciudad.
Los tres imputados están acusados de los delitos de
“privación ilegal de la libertad, lesiones graves y o tentativa de
homicidio agravada (femicidio), reducción a la servidumbre, abuso sexual e
infracción a la ley 14346 (malos tratos y crueldad de los animales)”.
Los investigadores aseguraron que el fiscal analizaba la
posibilidad de recibir en las próximas horas del testimonio de las dos víctimas
del hecho, aunque todo dependerá de la evolución de las mismas ya que
permanecen internadas, aunque ahora fuera de peligro.
Fuentes judiciales señalaron a la agencia estatal Télam que
tanto la madre como los dos hermanos fueron asesorados por un defensor oficial
que les recomendó negarse a declarar.
Los hechos fueron descubiertos en la tarde del lunes cuando
una de las víctimas de 18 años logró escapar de la vivienda de la familia
Benítez, ubicada en Güemes al 3700, y se dirigió a la casa de su madre, a quien
le contó que había estado secuestrada y que había sido abusada.
Debido a la gravedad de las heridas que presentaba, la joven
fue llevada por su madre al Hospital Interzonal de Agudos “José
Penna”, donde quedó internada en terapia intensiva y posteriormente debido
a la evolución pasará en las próximas horas a una sala común donde continuará
con su recuperación.
Según se indicó, antes de perder conocimiento, la chica
logró contarle el lugar donde fue abusada y el nombre del autor, llamado
Fernando Benítez, por lo que se dispuso un allanamiento.
Casi al mismo tiempo en que la Policía llegó a la casa, la
madre de los hermanos llamó al 911 para asegurar que en el patio había
“una chica mordida por perros”, ante la sospecha de que la joven que
había logrado huir, los iba a denunciar.
Con el transcurrir de las horas los investigadores tomaron
conocimiento de otros casos de mujeres que fueron víctimas en episodios que
ocurrieron en la vivienda que habitaba junto a su madre y hermano del barrio
Latino de Bahía Blanca. (DIB) MCH