Por la sequía, estiman una caída del 30% en la producción y pérdidas por US$ 1.600

La Plata, mar 19 (Por José Giménez, de Agencia DIB).- Una
caída cercana al 30% en el rinde de la cosecha gruesa y pérdidas estimadas en
1.600 millones de dólares es el balance provisional de la que ya muchos
productores consideran una de las peores campañas agrícolas en la última
década.

La falta de agua, que se prolonga desde principios de
octubre tras un período de 18 meses de lluvias que provocaron serias inundaciones,
castiga con dureza a la producción bonaerense. Tanto que los especialistas en
la materia proyectan recortes cercanos al 30% en los rindes, respecto de las
previsiones que se hacían en el inicio de la campaña, alentados por la buena
presencia de reservas de agua en todo el territorio.

En efecto, los productores esperaban una cosecha gruesa
(soja, maíz y girasol) cercana a los 40 millones de toneladas, pero en la
última semana, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Rosario,
las expectativas cayeron a 28,5 millones. Se trata de un recorte del 28,5%,
siempre y cuando comience a llover. De otro modo, en las próximas semanas el
panorama podría ser aún peor.

Esto representará, según dijo a DIB el economista
agropecuario Jorge Ingaramo, una pérdida estimada en los 1.600 millones de
dólares solo para el agro. Es decir, no se tiene en cuenta en el cálculo lo que
se conoce como la “demanda derivada”: el dinero que no se volcará a los mercados
locales a raíz de la retracción en la economía de los productores.

Por su parte, el Ministro de Agroindustria bonaerense,
Leonardo Sarquís, calculó que “solo considerando soja y maíz, hay una
afectación en los rendimientos de un 20% en soja y un 10 u 11% en maíz”.

Además, sostuvo que “el 35% de las áreas cultivables de la
provincia tiene un grado de afectación por la sequía. Esto es: desde lotes
perdidos hasta los que se hasta el momento se pueden recuperar si llueve lo
necesario”.

 

En rojo

El panorama para el agro es desalentador: sin reservas de
agua útil en el suelo, los mapas elaborados por el Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA) muestran una provincia completamente “en rojo”,
lo que equivale al valor “0”. La situación se replica en todo el país, a
excepción del noroeste.

En la provincia, según un relevamiento de la Confederación
de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) la zona más
afectada es el castigado Sudoeste, cuya histórica sequía se había interrumpido
el año pasado a raíz de las recurrentes lluvias. Allí la falta de agua afecta
fuertemente a los granos y la ganadería, por la imposibilidad de implantar
pasturas para el invierno.

En el norte provincial, parte de la zona núcleo sojera
también se visibiliza una gran afectación en los rindes de los cultivos, y en
menor medida en la ganadería, puesto que no es una actividad fuerte para la
zona.

En el oeste, en tanto, la situación aparece menos grave,
aunque también se notan los efectos de la seca. Con precipitaciones esporádicas
y de poca cobertura, algunos cultivos tuvieron un buen comienzo gracias al agua
acumulada en las napas luego de la inundación que afectó fuertemente a la zona
el año pasado.

 

El estado de los cultivos

De acuerdo a los informes combinados de la Bolsa de Cereales
de Buenos Aires y de Rosario, la proyección de la cosecha ronda los 28,5
millones de toneladas.

En cuanto a la soja, las estimaciones actuales hablan de una
cosecha de 15,5 millones de toneladas en la provincia, con un rinde promedio de
24,4 quintales/ha.

Respecto al maíz, las proyecciones ubican la cosecha en
números cercanos a los 11 millones de toneladas, con un rinde promedio de 63
quintales/ha.

Finalmente, para el girasol la producción estimada es de 2,1
millones de toneladas, con rindes que oscilan entre los 15 y los 25
quintales/ha según la zona.

 

Emergencias

Respecto de la situación actual, Sarquís consideró
“compleja” la actual campaña: “Venimos de casi 18 meses de lluvias
ininterrumpidas y con inundaciones, y a partir del 10 de octubre empezó a
cambiar y en determinados lugares dejó de llover”, señaló.

El funcionario adelantó que la próxima semana convocará a
una reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria (Cedaba), y señaló que ya
se están recibiendo la documentación de los municipios solicitantes.

En ese marco, pidió “ser muy cuidadoso cuando habla de estos
temas como los de las emergencias, porque cuantificar una sequía es mucho más
difícil que estimar el daño de una inundación, y hay que ser muy preciso”.
(DIB) JG