Legislatura: un mapa que le sonríe a Vidal para las reformas que promueve

La Plata, mar 4 (DIB).- Luego de una parálisis casi total en
2017, la gobernadora María Eugenia Vidal buscará este año retomar la iniciativa
en la Legislatura bonaerense con una batería de proyectos sobre diversas áreas
de su administración, que por sus características y profundidad suscitarán
extensos debates.

Los cambios en la Justicia, que incluyen fuertes
modificaciones en el código procesal penal y en los mecanismos de selección de
jueces; una nueva ley de obra pública que acelere los plazos de las
licitaciones; la reforma política, cuyos alcances aún se desconocen; y una
reforma educativa de la que hay muchos indicios y rumores y pocas precisiones.
Esta es, a groso modo, la columna vertebral del paquete legislativo que la
mandataria buscará instalar. Se excluyen aquí, a fuerza de desmentidas
oficiales, dos temas “bomba”: los cambios en el régimen previsional del IPS y
la creación de una ley que acelere las autonomías municipales, pensada
especialmente para el caso La Matanza.

Para afrontar estos desafíos, Vidal cuenta desde el 10 de
diciembre pasado con una Legislatura más amigable: ya casi no depende de
acuerdos macro con sectores de la oposición, solo aliados circunstanciales para
asegurarse el quórum en Diputados.

En este escenario, ¿cuál es el nuevo mapa legislativo y
cuáles son los bloques más y menos permeables a las propuestas de la
Gobernadora?

 

Diputados

En la cámara baja, Cambiemos cuenta con 44 bancas, y solo
necesita tres más para asegurarse el quórum. “Unidad y Renovación”, la bancada
de ocho miembros presidida por Julio Pereyra y alineada con los intendentes
“dialoguistas” del PJ, aparece como el aliado más cercano.

Con un discurso similar al del massismo en 2015, los
integrantes del bloque aseguran que buscarán asegurar la “gobernabilidad”, con
cuestionamientos puntuales. Con ese precepto, el año pasado habilitaron el
quórum para el tratamiento del cambio en el régimen de jubilación del Banco Provincia,
aunque luego rechazaron la medida.

En la mira del oficialismo están también los bloques
“Peronismo Kirchnerista”, de José Ottavis y Rocío Giaccone; y “Convicción
Peronista”, de las randazzistas Patricia Cubría y Alejandra Martínez. Ambos con
dos escaños, estos espacios se muestran críticos con algunas cuestiones
puntuales, pero mantienen buena sintonía con Cambiemos. Podrían ser
determinantes para la definición del quórum.

El bloque del Frente Renovador, por su parte, hará culto de
una de las frases más famosas de su líder Sergio Massa, y transitará la “ancha
avenida del medio”. Tras caducar el acuerdo que los unía a Vidal en el primer
año de mandato, los legisladores del sector se mostraron mucho más críticos a
las medidas de Gobierno, aunque buscarán mantener su discurso de sostener la
“gobernabilidad”. Así, podría apoyar algunas iniciativas y rechazar
enfáticamente otras.

En el extremo opuesto, Unidad Ciudadana (segunda minoría con
22 diputados) expresa la oposición más dura a Vidal. Ya lo demostraron el año
pasado durante el tumultuoso tratamiento del Presupuesto y de los cambios en
las jubilaciones del Bapro. Esta semana, en tanto, presentaron un pedido de
interpelación al Director de Escuelas, Gabriel Sánchez Zinny, por el cierre de
escuelas.

En el mismo lugar se ubica el Frente de Izquierda, con la
vuelta de Guillermo Kane, quien ya había pasado por la cámara en 2015.

 

Senado

En la cámara alta, en tanto, el mapa es casi monocolor: con
29 bancas Cambiemos tiene quórum, mayoría, y está apenas a dos votos de los dos
tercios.

Aquí nuevamente Unidad Ciudadana expresa, con 11
integrantes, la oposición más dura. Con la presidencia de Teresa García, los
legisladores kirchneristas intentan marcarle la cancha al oficialismo (sobre
todo en el plano reglamentario), pero su número no alcanza.

Con cuatro miembros, Unidad y Renovación sostiene una
postura similar que en Diputados, mientras que el Frente Renovador (dos bancas)
ha sido más permeable a algunos planteos de Cambiemos que sus pares de
Diputados. (DIB) JG