La mitad de los pacientes de tuberculosis del país reside en la provincia

La Plata, mar 23 (DIB).- De los 10 mil casos de tuberculosis
que se diagnostican por año en todo el país, la mitad corresponde a personas
que viven en la provincia de Buenos Aires, y el 80 por ciento reside en los
grandes conglomerados urbanos, una característica propia de esta enfermedad
infecciosa en todo el mundo.

Por eso, Argentina adhirió a la estrategia de control de la
tuberculosis en grandes ciudades de Latinoamérica y el Caribe propuesta por las
organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud. Como la mayor concentración
poblacional del país se encuentra en el Conurbano, Buenos Aires es la primera
provincia que se suma a esta iniciativa internacional.

En concreto, el ministerio de Salud bonaerense comenzó a
trabajar con los equipos locales de distritos con alta densidad poblacional y
en forma interministerial, con Justicia y Educación, para prevenir y evitar
contagios en unidades penitenciarias y escuelas, porque es justamente en
contextos de encierro como las unidades penitenciarias  y ámbitos cerrados en los que se comparten
muchas horas, como los establecimientos educativos, donde existen mayores
chances de transmisión de esta enfermedad, que afecta especialmente los
pulmones y que puede ser mortal.

“Desde el Programa de Tuberculosis (TB) asesoramos en la
búsqueda activa en los barrios e instituciones de personas que presentan tos
por más de 15 días, que es el síntoma característico de la enfermedad”,
enfatizó Raquel Sarobe, coordinadora del programa. Por lo general, cuando una
persona con TB llega al hospital, el cuadro suele estar muy avanzado y “durante
todo el tiempo que esa persona pasó sin diagnóstico y, por lo tanto, sin
tratamiento, pudo haber contagiado”, explicó Sarobe durante una jornada en
Florencio Varela, en el marco de las actividades locales por el Día de la
Tuberculosis que se conmemora mañana, 24 de marzo.

El ministerio de Salud provincial provee la medicación
gratuita a toda la población diagnosticada que reside en distritos bonaerenses
y, además, produce parte de los antibióticos que se usan para el tratamiento en
el Laboratorio Central de Salud Pública Tomás Perón.

Afortunadamente, la TB tiene cura desde el siglo pasado, con
el inicio de la era antibiótica. Sin embargo, los casos persisten, en gran
medida porque afecta a población altamente vulnerable y también porque muchos
abandonan el tratamiento, hecho que los vuelve luego, resistentes a la
medicación.

Aunque muchos suponen que la tuberculosis es una enfermedad
que murió con los poetas del romanticismo, en el siglo XIX, al día de hoy sigue
siendo un problema de salud pública. Según la OMS, en 2016, fue la causa de
23.300 muertes, un 27 por ciento de ellas coinfectadas con VIH.

 

Trabajo en escuelas

La transmisión de la tuberculosis se da por aire, a través
de las gotas que una persona enferma que no está en tratamiento elimina al
toser, estornudar o hablar. Pero una vez que comienza a tomar la medicación,
deja de contagiar.

“Para que la transmisión se produzca debe haber un contacto
cercano y diario con alguien que tiene TB, en un ambiente cerrado y poco ventilado”,
explicó Sarobe, y aclaró que las personas con problemas inmunes, malnutridos y
con enfermedades crónicas son más vulnerables. Por lo tanto, insiste en que es
clave trabajar en contextos de encierro, hacinamiento o espacios a los que
concurren muchas personas durante varias horas.

En ese sentido, explicó que desde la cartera sanitaria
provincial, se elaboró un material informativo para instituciones educativas:
“Allí queda claro que cuando una persona presenta tos por más de 15 días,
pierde peso y está cansada es clave que se sospeche un posible caso de TB, y
que se le recomiende consultar al servicio de salud”, detalló la especialista.
Destacó, a su vez, que el tratamiento no solo beneficia a la persona afectada,
sino también a quienes la rodean.

Desde el programa del ministerio de Salud de la Provincia
insistieron en que no hay que circunscribir el control de la TB al ámbito
hospitalario: “Es determinante que exista un compromiso comunitario local, que
se sumen otros actores de la comunidad e instituciones, como las escuelas, los
centros barriales, las ONGs para lograr, por fin, la meta propuesta por OMS:
llegar al fin de la tuberculosis para 2035”. (DIB) MCH