La Plata, mar 7 (DIB).- El fiscal platense Marcelo Romero
solicitó hoy la elevación a juicio oral de la causa por el doble femicidio
cometido en febrero de 2017 en la localidad bonaerense de Punta Lara, por el
que está detenido Hugo Orlando Hidalgo, acusado de haber asesinado y enterrado
a una mujer y a su hija.
Hidalgo, alias “Ninja” (43), es señalado como
autor de los crímenes de Maruja Chacón Pérez (50) y a la hija de ésta, Shirley
Cielo Barrientos (15), sepultada viva en la casa de la mencionada localidad del
partido de Ensenada, donde fueron encontrados los cuerpos, según determinó la
autopsia.
Tras el hecho, el hombre se escapó, pero fue detenido una
semana después en la localidad de Puerto Esperanza, en la provincia de Misiones,
por efectivos de Gendarmería Nacional.
Según el escrito al que tuvo acceso Télam, el hecho se
calificó como “homicidio cuádruplemente calificado por ensañamiento,
alevosía, por el vínculo, con el propósito de causar sufrimiento a una persona
con la que se mantuvo una relación y por haber mediado violencia de
género”, respecto de Chacón Pérez.
También fue acusado del “homicidio calificado por haber
sido cometido con ensañamiento y alevosía”, respecto de Barrientos.
El escrito con el que se pide la elevación a juicio, el
fiscal detalla los resultados de la evaluación psiquiátrica realizada al
imputado, en la que se determina que Hidalgo “no expresa emociones
genuinas acompañando los distintos momentos de su relato”.
Además, se establece que “Ninja” es “mendaz y
poco sincero”, y que “en ocasiones su narración presenta algún tinte
fantasioso como una forma de darse autoimportancia y mostrar
grandiosidad”.
Por otro lado, precisa que “sus conductas no son
motivadas por síntomas psicóticos” sino que “puede comprender y tener
la voluntad para decidir y elegir su accionar”.
“No se evidencia afectación en el juicio de
realidad”, agrega el informe de los peritos.
Además, los resultados afirman que en algún momento de la
evaluación “se evidenció agresividad contenida” y “falta de
consideración por lo demás”, por lo que se concluyó que “las
características del imputado se condicen con rasgos psicopáticos de
personalidad”.
Según la investigación del fiscal, los delitos de Hidalgo
fueron “acabadamente probados excediendo holgadamente los recaudos para
formular el requerimiento”.
Por otro lado, el texto sostiene que el imputado intentó
“de manera rudimentaria y torpe sustraerse a la acción de la
Justicia”, y menciona que procuró la desaparición de los cuerpos y de todo
rastro que lo vinculara al hecho, además de “la pertinaz intención de
profugarse”.
La búsqueda de Chacón Pérez y su hija, ambas de nacionalidad
peruana, se inició luego de que sus familiares -que residen en Perú- se
mostraron preocupados porque desde el 28 de enero anterior al crimen no tenían
noticias de ellas.
La denuncia fue realizada, a pedido de la familia, por una
allegada a las mujeres que vive en Ensenada y que el 4 de febrero se presentó
en la comisaría de Punta Lara.
Los pesquisas identificaron el inmueble, perteneciente a un
hombre que dijo que se lo alquilaba a un compañero de trabajo -Hidalgo-, quien
no se encontraba en el lugar.
De averiguaciones realizadas, se determinó que el sospechoso
trabajaba en la empresa “Media Caña” radicada en Ensenada, aunque
había renunciado tras admitir ante allegados que se había “mandado una
cagada”, detallaron los voceros.
Por orden judicial, efectivos de la Departamental de
Investigaciones (DDI) La Plata y de la Policía Científica ingresaron a la casa
alquilada por el sospechoso y tras encontrar tierra removida efectuaron una
excavación.
A unos 80 centímetros de profundidad, los pesquisas
encontraron una frazada rosa que envolvía una bolsa de nailon transparente
donde estaba el cadáver de la chica.
Abajo de este hallazgo, los investigadores encontraron otra
bolsa con un cuchillo, ropa interior y zapatillas presuntamente de las víctimas
y debajo de otra capa de tierra había otra frazada oscura con una bolsa de
consorcio negra donde estaba el cuerpo de la otra mujer. (DIB)