Debate por el CUD: alarma en el interior por los cambios en la coparticipación

La Plata, mar 11 (DIB).- La reforma del código de
distribución de la Coparticipación, un debate que tal como adelantó DIB el
viernes el Ejecutivo bonaerense habilitó esta semana, generó alarma entre los
intendentes del interior, distritos que se ven beneficiados por el actual sistema
de reparto.

Tras varios meses de análisis y reuniones entre funcionarios
y jefes comunales, el Gobierno blanqueó esta semana que revisará el Coeficiente
??nico de Distribución (CUD), la fórmula utilizada para definir el reparto de la
Coparticipación entre los municipios.

Se trata de un proceso de largo aliento, y en el Ejecutivo
aclaran que no será de aplicación inmediata. De todos modos, la sola mención de
la reforma generó varios interrogantes en el interior provincial, cuyos
distritos hoy por hoy se ven beneficiados con el actual sistema, impuesto en el
año 1987 y apenas modificado desde entonces.

Según la ley 10.559 el CUD se divide de acuerdo a tres ítems
principales: el 58% responde a cuestiones demográficas (62% por población, 23%
inversamente relacionado a la capacidad tributaria y el 15% según la
superficie); el 37% a los efectores de salud; y el 5% según las funciones
transferidas por la Provincia o Nación.

Aunque el factor poblacional tiene un peso importante, la
fórmula contiene otros ítems como el territorio y las prestaciones de salud, en
donde los distritos del interior hacen la diferencia. De este modo, se da la
situación particular: aunque los 24 municipios del Conurbano reciben la mayor
cantidad de dinero, si se considera la población a la que se debe atender con
esos recursos quedan notoriamente relegados respecto del resto.

Por caso, La Matanza es el distrito que más recibió el año
pasado, con más de 5.300 millones de pesos. Pero si esa cifra es repartida
entre sus 1,7 millones de habitantes significan apenas 3 mil pesos per cápita.
En contraste, los 116 millones de pesos que recibió el año pasado la comuna de
Pila representaron la jugosa suma de 31.898 pesos por persona.

Un caso paradigmático es el de General Pueyrredón (Mar del
Plata), que rankea sexto entre los que más reciben con un desembolso de 1.623
millones en 2017, pero es el tercero más “pobre” en el reparto por habitante,
con apenas 2.622 pesos.

 

Cambio de reparto

El debate que abrió el Gobierno no tiene aún un rumbo fijo.
En una reunión con intendentes del radicalismo celebrada en enero, el ministro
de Economía, Hernán Lacunza, les aseguró que la discusión será “a agenda
abierta”. No obstante, fuentes extraoficiales reconocen que cualquier cambio
favorecerá al Conurbano por sobre el interior.

Los rumores, aunque sean solo eso, ya levantaron polvareda.
Consultados por DIB, varios intendentes se mostraron preocupados por los
cambios. En todos asoma una sola certeza, que atraviesa la pertenencia
partidaria: qué pasará con las cuentas de los distritos del interior si la
reforma avanza en el sentido que se prevé.

En ese marco, el intendente de Saavedra, Hugo Corvatta
(peronismo) expresó su cerrado rechazo a los cambios y sostuvo que un cambio de
ese tipo sería “catastrófico” para su localidad que, según aseveró, se tornaría
“inviable”.

Aníbal Loubet (Cambiemos), jefe comunal de General Guido,
uno de los distritos mejor remunerados per cápita, reconoció que el tema “es
espinoso” incluso para los alcaldes del oficialismo, y pidió que cualquier
cambio se haga “de manera gradual”. Su par de General Viamonte, Franco Flexas
(Cambiemos) opinó en el mismo sentido e indicó que la preocupación “cruza a
todos los partidos políticos”. “Los distritos del interior no quieren perder
masa coparticipable porque eso significaría tener que declinar servicios o
despedir personal”, advirtió.

Varios intendentes coincidieron en un diagnóstico: para las
comunas del interior la Coparticipación representa el 80% de sus ingresos, y la
modificación de apenas un punto les genera graves problemas económicos. (DIB)