Productores ya hablan de sequía “histórica” y piden no demorar emergencias

La Plata, feb 11 (DIB).- El déficit hídrico se agravó en la
provincia de Buenos Aires y las últimas lluvias, de muy baja intensidad en la
mayoría de los partidos, no alcanzaron para aliviar el crítico panorama. Los
productores ya hablan de sequía “histórica” y de pérdidas totales en algunos
lotes de soja y maíz, mientras piden agilizar los trámites para nuevas
emergencias.

Es que las lluvias, que habían traído serias complicaciones
durante el invierno, se cortaron abruptamente en noviembre, y desde entonces,
los registros de precipitaciones están muy por debajo de la media anual, a lo
que se suman temperaturas por encima de lo habitual.

“La afectación por la sequía abarca a la provincia de Buenos
Aires casi en su totalidad. Las últimas lluvias promediaron los 30 milímetros
(mm) en todo el territorio y los pronósticos para lo que resta de febrero son
muy desalentadores”, dijo a DIB Horacio Salaverry, de la Confederación de
Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (Carbap).

Los productores coinciden en que la soja de segunda está
casi perdida, y que algunos maíces comenzaron a picarse para forraje. “Estamos
en medio de una seca muy grave que se parece cada vez más a la histórica de
2009, que se llevó todo”, señaló Alberto Larrañaga, presidente de la Sociedad
Rural de 25 de Mayo.

Es que en esa localidad, según precisó, “las lluvias de los
últimos tres meses están entre las más bajas en 100 años para ese mismo
trimestre”. Mientras que en Chivilcoy, entre noviembre y enero, llovió sólo el
25% del promedio indicado para ese periodo. En rigor, cayeron sólo 76 mm,
cuando lo normal está por encima de los 300 mm, de acuerdo a las mediciones del
INTA en esa ciudad.

“La soja de primera la está peleando, es donde está puesta
la expectativa. La soja de segunda no creo que se coseche directamente”, dijo a
DIB Juan José Ascheri, ingeniero agrónomo de la Asociación Rural chivilcoyana.
Mientras que Félix Pissinis, de la Sociedad Rural de Bragado, señaló que todos
en todos los cultivos habrá pérdida en los rindes. “El desarrollo vegetativo de
la soja de primera parece normal, pero está sin chauchas y sin floración”,
explicó.

Es que un cultivo de soja necesita 400 mm en su periodo, y
los campos llevan casi 100 días de sequía, con lluvias de baja intensidad, que
se evaporan fácilmente. Con las altas temperaturas y los vientos de esta época
del año, la evaporación consume un promedio de 10 mm de agua por día, por lo
que una lluvia de 20 o 30 mm no tiene mayor impacto sobre los cultivos.

Por ejemplo, de acuerdo a los datos de la Estación Meteorológica
Automática Criadero Klein, ubicada en Pla, partido de Alberti, en esa ciudad la
evapotranspiración de enero fue de 195,73 mm, pero llovieron sólo 64 mm.

Cabe señalar que en la zona de Bragado y Alberti, hace tres
meses, el Río Salado tenía un caudal que inundaba a los campos linderos,
desbordaba a ambos lados de los puentes y generaba complicaciones, y hoy, por
el contrario, casi no tiene agua. Quedan algunos encharcamientos, pero lo que
antes estaba inundado, ahora es tierra seca.

En esa línea, la Municipalidad de Lobos le pidió al Gobierno
bonaerense que la declaración de emergencia temporal en la laguna de esa
localidad, como consecuencia de la baja profundidad del espejo de agua.

 

Reclamos por la emergencia

En medio de este panorama, los productores reclaman por
mayor agilidad en los trámites para las emergencias, que según afirman, “llegan
con demora y quedan muy lejanas de la problemática”, al impedir el pronto
acceso a las prórrogas impositivas.

“El Estado ya cuenta con imágenes satelitales, registros de
lluvias, informes del INTA y abundante información adicional que confirman la
gravedad de la sequía, por eso en este siglo no se comprende que haya que
formar comisiones locales que eleven informes a la comisión provincial, y
después esperar la decisión final del ejecutivo, todo dentro del largo camino
burocrático previsto por una ley de emergencia obsoleta”, se quejó Larrañaga,
de 25 de Mayo.

En esa línea, Salaverry insistió en la necesidad de
modificar la Ley provincial de Emergencia, para agilizar el mecanismo que hoy
es “lento y complicado”, según describió, y que “no da las respuestas concretas
cuando se las necesita”. (DIB) MCH