La Plata, ene 14 (DIB).- El Gobierno bonaerense deberá
abonar a un sector de los trabajadores del Estado una diferencia salarial de
más de 3 puntos a raíz de la ejecución de la “cláusula gatillo”, un mecanismo
por el cual la Provincia se comprometió a cubrir la diferencia entre la
paritaria de 2017 y la inflación oficial.
El incremento salarial, que se cobrará con los sueldos
correspondientes a enero y luego se incorporará al básico de forma permanente,
será del 3,3% para los docentes, empleados judiciales y profesionales de la
salud, que en sus diferentes paritarias cerraron un acuerdo salarial del 21,5%
anual. En tanto, los empleados de la administración, que en diciembre de 2016
aceptaron un esquema de incrementos con actualización trimestral, el saldo
favorable será del 1,5%.
Como viene informando DIB, este porcentaje surge de la
confrontación de los acuerdos salariales que el Gobierno cerró con los
diferentes gremios y el dato de la inflación anual, que según difundió esta
semana el INDEC fue del 24,8%.
En este caso, la Provincia resultó “víctima” de la
subestimación oficial de la inflación: para 2017, el Gobierno nacional había
previsto una inflación del 17%, un 7,8% menos de la cifra final medida por el
Indec.
Según publicó hoy Diario Extra que edita agencia DIB, con
esos datos preliminares, la administración de María Eugenia Vidal logró cerrar
un aumento del 18% para los empleados estatales, siempre bajo el compromiso de
la actualización automática. Sin embargo, con el resto de los sectores las
negociaciones se fueron estirando, y los números fueron superiores, toda vez
que las previsiones inflacionarias se fueron “corrigiendo” a lo largo del año.
Sector por sector
En el caso de los trabajadores estatales enrolados en el
régimen de la Ley 10.430 (administración central), el esquema resulta más
sencillo. Al ser los primeros en acordar, cerraron un incremento trimestral del
4,5%. En caso de que la inflación en ese período superara esa cifra, el
Gobierno se comprometió a actualizar sus salarios en el mes siguiente.
De este modo, los estatales cobraron un sobreaumento del
1,7% en abril (la inflación del primer trimestre fue de 6,2%, la más alta de
todo el período); 0,6% en julio (correspondiente al segundo trimestre) y 0,5%
en octubre (tercer trimestre). Ahora, como la inflación del último trimestre
del año fue del 6%, deberán percibir un 1,5% más.
En el caso de los docentes, el esquema resultó más complejo:
luego de un comienzo de año conflictivo (se registró un “récord” de 17 paros en
la primera parte del año), acordaron hacia agosto un esquema de aumentos
diferentes, que los llevó a completar, en septiembre, un incremento del 21,5%.
Como por entonces la inflación no superó ese número, los maestros debieron
esperar hasta fin de año para cobrar una actualización, que en este caso será
del 3,3%. Esta diferencia rondará los 400 pesos para un maestro de grado que
recién se inicia, por lo que el salario testigo pasará a ser de 12.550 pesos
(hoy es de 12.150 pesos).
Lo mismo ocurrió con los trabajadores de la Justicia y los
profesionales de la salud, quienes cerraron sus paritarias luego de los
docentes, con un esquema similar. A ellos también les corresponderá en febrero
una actualización del 3,3%.
Por ello, desde la Asociación Judicial Bonaerense (AJB)
realizaron una presentación ante el Ministerio de Economía, exigiendo la
“inmediata reliquidación de los haberes de diciembre de 2017”.
El gremio que conduce Pablo Abramovich solicitó a Economía
que “envíe los instructivos a la Suprema Corte, Procuración General e Instituto
de Previsión Social para que se adecuen los salarios básicos del mes de
diciembre 2017 y segunda cuota del aguinaldo a los nuevos valores vigentes por
aplicación de la cláusula gatillo, para lo cual se deberán practicar nuevas
liquidaciones para los períodos mencionados”.
Analizan la continuidad del “gatillo”
En tanto, desde el Gobierno bonaerense analizan la
posibilidad de no reeditar este año la cláusula gatillo. Si bien desde el
Ejecutivo destacaron en varias oportunidades la efectividad de este método (que
a su vez también fue elogiado por una parte del sindicalismo estatal) la
decisión iría en línea de la idea del Gobierno nacional de que este tipo de
medidas tienden a alentar las expectativas inflacionarias.
Por otro lado, en Gobernación analizan por éstas horas cuál
será el porcentaje de aumento que se ofrecerá a los gremios, en sintonía con el
cambio de las proyecciones inflacionarias por parte de Nación: en principio, la
Provincia pretendía ofrecer aumentos de entre un 10 y un 12% anual, pero el
reconocimiento de que el incremento de precios será mayor complicó ese plan.
Los gremios, por su parte, ubican sus propias proyecciones
inflacionarias cerca del 20%, por lo que una paritaria “cerrada”, sin gatillo,
podría resultar una complicación extra si el Gobierno pretende ajustarse al 15%
oficial.
Este escenario habría sido analizado ayer por la Gobernadora
María Eugenia Vidal en su encuentro con el presidente Mauricio Macri en Villa
La Angostura. La mandataria bonaerense fue acompañada (entre otros) por los
ministros de Economía, Hernán Lacunza, y de Trabajo, Marcelo Villegas, lo que
daría un indicio del tenor del encuentro.
El año pasado Vidal hizo “punta” al cerrar la paritaria de
estatales en un 18% con actualizaciones trimestrales y cláusula gatillo. Este
fue el primer acuerdo de ese calibre, que luego fue imitado por otros sectores:
de ahí la importancia de la próxima paritaria. (DIB) JG