La Plata, ene 10
(DIB).- Luego de un 2017 cargado de tensiones, entre planes de ajuste y
extensas negociaciones salariales, los trabajadores municipales buscan sentarse
cuanto antes con los ejecutivos locales para avanzar en las paritarias 2018,
previo al comienzo de las reuniones de los estatales con Provincia, lo que
marcará la pauta. Mientras tanto, persisten conflictos sobre las cifras
otorgadas el año pasado y crece el estado de alerta de los gremios por la no renovación
de contratos.
El comienzo de las
negociaciones salariales está signado además, por la grieta entre los jefes
comunales en torno al Pacto Fiscal promovido por Provincia. Mientras los kirchneristas
lo resisten, los intendentes de Cambiemos y algunos renovadores ya firmaron la
adhesión, que prevé un compromiso para el recorte en los gastos públicos y es
condición para el auxilio financiero.
Uno de los jefes
comunales que ya adhirió al Pacto Fiscal fue Pablo Petrecca, de Junín
(Cambiemos). En ese municipio, desde el Sindicato de Trabajadores Municipales
ya adelantaron que pedirán “al menos” un 35%, cifra que duplica la proyección
inflacionaria del Gobierno nacional. No obstante, señalaron que ese número
surge a partir de los puntos porcentuales perdidos años atrás por la inflación.
“El Ejecutivo
aumentó las tasas un 20% por la inflación. Nosotros perdimos cuatro puntos
porcentuales el año pasado, en 2016 ya habíamos perdido otros 15 puntos, es decir
que ahora no podemos pensar en menos del 35% de aumento para sentarnos a
negociar”, dijo al diario La Verdad el titular del Sindicato de Trabajadores
Municipales local, Claudio Camilo, quien confirmó que aún no fueron convocados
a negociar.
En ese municipio, el
Presupuesto 2018 fue aprobado días atrás pero no incluye la pauta salarial. En
ese sentido, desde el Frente Renovador deslizaron la “preocupación” por la no
convocatoria a paritarias por parte del Ejecutivo.
En Tandil las
negociaciones salariales ya comenzaron, pero el Sindicato de Trabajadores
Municipales rechazó la primera oferta de un 15% en dos cuotas con cláusula
gatillo. El sindicato había realizado un pedido de bono de fin de año por un
valor de 5 mil pesos, y el gobierno municipal ofreció 3 mil, por lo que en
principio las negociaciones se trabaron.
Asimismo, en
Balcarce, el primer contacto entre el Ejecutivo y los sindicatos fue a fines de
diciembre y comenzó con 15 puntos de diferencia entre lo que pretende pagar el
Gobierno y lo que piden los trabajadores, quienes advirtieron que no bajarán
del 25%.
Mientras tanto, el
Gobierno de Bahía Blanca contestó el pedido oficial de reunión realizado por el
gremio y puso fecha para el primer encuentro: se realizará el 23 de enero, y se
dará, seguramente, en medio de un clima de tensión. Es que los municipales realizan
desde el jueves una nueva retención de tareas hasta el lunes en rechazo de la
reducción de horas extras que implementó el intendente Héctor Gay en el marco
de su plan de austeridad. “En la negociación paritaria le pediremos a todo el
staff político una reducción de sus salarios en el orden del 10”, señalaron
desde el gremio.
En Necochea, en
tanto, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) también apura las
reuniones y solicitó a la Delegación local del Ministerio de Trabajo que
proceda a habilitar las condiciones para la puesta en marcha de la “apertura de
la paritaria” del año 2018 en la órbita de la comuna local. El compromiso se
encuentra contemplado en el acuerdo salarial del año pasado y establece como
plazo para la reunión la “segunda semana de enero”.
A contramano, los
intendentes kirchneristas de Avellaneda y Ensenada, Jorge Ferraresi y Mario
Secco, desafiaron a la gobernadora y ya anunciaron subas salariales del 30% y 25%
respectivamente, así como también el aumento de la planta permanente y la
incorporación de nuevos trabajadores.(DIB) MCH