Panorama político: Una división que sigue beneficiando a Vidal

La Plata, dic 30 (Por Andrés Lavaselli alavaselli@dib.com.ar).- A pesar del
temblor macro económico y la tensión social, este fin de año terminó con signo
positivo para María Eugenia Vidal, que consiguió imponer su voluntad en la
Legislatura, donde logró herramientas clave para afrontar el año que se inicia.
Igual de importante para sus planes: el kirchnerismo se consolida como la
oposición más nítida, pero la grieta que lo separa del resto del peronismo no
parece achicarse. En el horizonte, por tanto, el primer desafío que asoma es
gremial.

“Hablamos bastante con Cristina (???)  Ella tiene la intención de seguir trabajando
para que pueda crecer como herramienta electoral y espacio político Unidad
Ciudadana (???)  “Le dijimos que
difícilmente muchos sectores del peronismo tradicional vayan a confluir en
Unidad Ciudadana y sí lo harían en el partido justicialista”. Las tres
frases fueron hiladas por el flamante presidente del PJ bonaerense, Gustavo
Menéndez, en un escenario significativo: el antedespacho del ministro del
Interior, Rogelio Frigerio.

Menéndez estaba allí ???junto a otros dos intendentes y a
dos diputados- para producir un gesto político: una foto que certificara que
los canales que vinculan al peronismo bonaerense “dialoguista”, no
kirchnerista, con el gobierno nacional, están intactos. Por supuesto, la
cercanía comprende motivaciones extra ideológicas: esos peronistas también
fueron a buscar obras públicas para sus distritos. Igual que hacían en otro
tiempo, cuando peregrinaban al despacho de Julio De Vido.

“Unidad”, escribió, sarcástico, el diputado de La Campora
Andrés “Cuervo” Larroque en un mensaje vía twitter al que adjuntó una foto del
despacho de Frigerio donde, además del ministro y Menéndez, se veía a los
diputados peronistas Diego Bossio y Eduardo “Bali” Bucca y a los intendentes
Martín Insaurralde y Mariano Cascallares. También estaba el segundo de
Interior, Sebastián García De Luca y el jefe del bloque de Cambiemos en la
cámara Baja, Nicolás Massot.

El enojo de Larroque es consecuencia de la principal
evidencia tras la foto: por ahora, una parte de los intendentes peronistas opta
por privilegiar el vínculo con la Casa Rosada a la construcción de un candidato
propio para 2019. El gesto, además, adquiere un valor suplementario porque se
da al cabo de tres semanas de tropiezos del oficialismo. En ese plano, los
alcaldes se ubicaron en el  mismo lugar
que Sergio Massa el año pasado, cuando se mostró con el gobierno tras la crisis
por Ganancias.

“Esta reunión con (Fernando) Espinoza era impensada”, fue
el corolario que extrajeron en la Casa Rosada. Espinoza es el predecesor de
Menéndez. Y es también, desde hace unos años, un kirchnerista duro. Por eso, el
encuentro es para el gobierno un dato importante: el alcalde de Merlo y quienes
lo acompañaron a la Casa Rosada dejaron la sensación de que por ahora una
unificación del peronismo no es viable. El kirchnerismo es la fracción
mayoritaria de la oposición, pero esa mayoría es impotente por sí sola. Al
menos por ahora.

La contracara de esos hechos son, apenas, versiones. Pero
existen. Consisten en la posibilidad, que algunos ya exploran,  de un acuerdo opositor amplio, con eje en el
peronismo pero con el kirchnerismo integrado. Habría  una condición, compleja: que Cristina
Kirchner, la opositora más importante, no sea candidata. Y una precindición, que
la economía no termine de arrancar tampoco en 2018. Porque si el ruido macro de
estas semanas se acalla y alguna mejoría llega a la micro, este plan se
complicaría. La fecha clave para quienes lo diseñan es el mundial de fútbol:
una vez finalizado, comenzará la carrera hacia 2019.

 

Año de reformas

Mientras tanto, Vidal es una de las principales
beneficiarias de la dinámica de división peronista. Los intendentes la ayudaron
a conseguir los votos para asegurarse que dispondrá de 65  mil millones de pesos suplementarios en dos
años. Con esa seguridad, la gobernadora se instaló en Mar del Plata, donde pasará
los primeros días del año. Arrancó, en términos mediáticos, con el pie
“derecho”: el episodio con los bañeros la favoreció.

Vidal cierra un año político positivo. Su estrella
electoral quedó ratificada aunque no fue candidata y tiene una legislatura
favorable, además de financiamiento. Las claves para transitar un 2018 para el
que proyecta reformas que le demandarán grandes dosis de capital político. La
gobernadora busca cambios en la justicia, la educación y, tal vez, el ámbito
previsional. Pero antes, deberá afrontar el desafío de las paritarias, que
asoman más complicadas que antes luego de que el gobierno nacional elevara las
metas de inflación. (DIB)