La Plata, dic 28 (Nota especial publicada en el anuario de DIB).-
Las inundaciones en distritos rurales que llegó a enfrentar a intendentes, la
tensa negociación salarial docente entre el Gobierno y los gremios, y el
cierre de industrias en grandes conglomerados fueron algunos de los temas que
sobresalieron durante 2017.
1) Los campos bajo agua
Para agosto las lluvias acumuladas ya habían superado el
promedio anual en la mayoría de los partidos bonaerenses, y las hectáreas
afectadas por el agua se calculaban en 6 millones en septiembre, según
estimaciones de Carbap. Las precipitaciones extraordinarias y la falta de obras
fueron señaladas como las principales causas de las inundaciones que castigaron
el territorio por más de seis meses, sobre todo en el oeste.
El manejo de las aguas enfrentó a los intendentes de los
distritos más complicados, quienes pusieron al Gobierno provincial en una
encrucijada en su rol como moderador de los conflictos.
El mal estado de la red vial rural también complicó al
sector con más de 15 mil kilómetros de caminos cortados o intransitables. En
Rivadavia un establecimiento tambero tuvo que tirar 21 mil litros de leche por
las dificultades para sacar la producción de los campos.
Pero las inundaciones no sólo modificaron el paisaje
productivo bonaerense, sino también la vida cotidiana de cientos de chicos que
concurrían a las escuelas rurales, algunas de las cuales estuvieron más de un
mes sin clases.
Tras un año intenso, Rodrigo Silvosa, el funcionario de
María Eugenia Vidal detrás de las inundaciones, presentó la renuncia a su cargo
como subsecretario de Infraestructura Hidráulica el 22 de diciembre.
Tragedia en La Emilia. Tras el desborde de un terraplén el 17 de enero, la
localidad de La Emilia, en San Nicolás, quedó completamente inundada, lo que
provocó la muerte de un hombre y obligó a miles de personas a dejar sus hogares
con unos dos metros de agua, aunque algunos pasaron la noche en el techo para
cuidar sus pertenencias.
2) “Que digan si son K”
“Es hora que los dirigentes sindicales se sinceren y que
digan si son kirchneristas”, subrayó la gobernadora Vidal a mediados de marzo,
en una frase que pareció estar dirigida en ese entonces al Secretario General
de Suteba, Roberto Baradel. El tenor de esas declaraciones resumió quizás el clima
de tensión que tuvieron las negociaciones salariales docentes durante 2017.
El conflicto encontró su fin a principios de julio con una
arreglo de 21,5 por ciento anual con cláusula gatillo (llegaba a un 27,4 con
otras compensaciones). Sin embargo, antes del acuerdo el conflicto fue en
crecimiento: hubo diversas ofertas rechazadas, 14 reuniones, 17 días de paro y
hasta intervino la Justicia para que el Gobierno dé marcha atrás con una serie
de descuentos salariales.
En mayo, la cartera Educativa provincial que conducía
todavía Alejandro Finocchiaro, antes de su arribo a Nación, dictó una
resolución para que recuperen días de clase en vacaciones en los
establecimientos educativos que habían estado cerrados por las protestas. Los
gremios advirtieron “abuso de poder” y, antes del receso invernal, el juez
platense Luis Arias (hoy suspendido de sus funciones) dicto una medida cautelar
para frenar la decisión del Ejecutivo.
3) Alerta en la
industria
La disminución de puestos laborales y el cierre de fábricas
aparecieron como luces de alerta roja en algunos distritos bonaerenses. El polo
industrial del norte provincial (Zárate, Campana y Baradero) quizás fue el más
golpeado. Allí, entre otros conflictos, anunciaron su cierre plantas de
empresas como Lanxess, Carboclor y Atanor; mientras que hubo despidos en la
nuclear Atucha.
A estos casos se sumaron el cierre de Pepsico en Vicente
López, con 600 despidos, y en el interior bonaerense de la fábrica de fideos
Manera (Bahía Blanca) y de la calera Cefas (Olavarría). Otro sector muy
golpeado fue el de la industria del calzado con conflictos en Coronel Suárez,
Chivilcoy y Esteban Echeverría.
Sin embargo, desde el
Gobierno provincial consideraron que en el sector industrial “el segundo
semestre resultó totalmente positivo, con crecimiento del empleo”. A fines de
noviembre, el ministro de Producción, Javier Tizado, afirmó que “ya llevamos
cinco meses de continuo crecimiento”, con una recuperación de “7 mil” puestos
laborales “que se habían destruido en 2016”. (DIB)