Daniel Salvador: “No venimos de un país creíble y revertir eso llevará tiempo”

La Plata, dic 27 (Nota especial del anuario de agencia DIB).- El vicegobernador bonaerense,
Daniel Salvador, analizó en una entrevista con la agencia DIB el año que
atravesó la provincia de Buenos Aires y el país, se mostró optimista de cara a 2018 y
dejó un mensaje hacia los radicales.                                         

 

¿Qué balance hace de este segundo año de
Gobierno?

Hago un balance muy
positivo, consciente que quedan un montón de cosas por hacer. Se pusieron en
marcha los mecanismos para empezar a resolver los problemas de salud, seguridad
y obra pública. Pero necesitamos resolverlos. Con el triunfo en octubre
recuperamos confianza, que es una pata fundamental de la democracia. Nos votó
mucha gente, no porque esté todo bien, sino porque confía en el camino que se
está siguiendo. Y no es que confían por lo que escuchan, sino por lo que ven
que se está haciendo.

 

Los números de 2016 fueron difíciles, lo de
este año algo mejor pero todavía están lejos de lo esperado. ¿Por qué se demora
tanto la llegada de ese “segundo semestre” del que habló Macri?

Es un Gobierno que da
la cara, que dice la verdad. La gobernadora no esquiva ninguno de los
problemas. La obra pública se ve en rutas, hospitales y escuelas. Se está
luchando contra las mafias para combatir la inseguridad. Se está privilegiando
al buen policía y se lucha contra el narcotráfico. Además recuperamos fondos
para la Provincia.  

 

¿Qué queda en “el debe” para los próximos dos
años?

Uno quisiera que
todo esté terminado ya, pero una cosa es el resultado de una política cuando una
provincia está avanzada y otra cuando tenés que empezar casi de la nada. Hay
temas de agua, de cloacas, de barrios abandonados. Hoy el Gobierno está
trabajando en esos barrios más necesitados. No venimos de un país creíble, con
reglas claras, y revertir eso lleva tiempo. Se construyó una economía doce años
con índices falsos.

 

El Presidente fue crítico del endeudamiento y
dijo que ese modelo no es sostenible. En ese sentido, ¿la Provincia también
deberá ir bajando ese tipo de herramienta o no es algo que alarme?

Nosotros recibimos
la Provincia con una deuda social tremenda, un déficit enorme y una presión
tributaria altísima. Ante eso, decidimos empezar por la deuda social. Y tomamos
deuda para obra pública, que fue generador de trabajo. Con este nuevo Presupuesto
apuntamos a bajar el déficit fiscal y progresivamente disminuir la presión
tributaria. Ahora, al recuperar fondos, que se va a sentir efectivamente en
2019, nos va a permitir tener altos niveles de obra pública sin tener que
recurrir tanto al endeudamiento.    

 

Más allá de las sesiones de las últimas
semanas, no fue un año cargado para los legisladores. ¿No fue necesario o es
complejo avanzar con una oposición tan atomizada?

Nosotros nos pusimos
como objetivo las leyes que necesitaba el Ejecutivo, como presupuesto,
emergencias de seguridad e infraestructura, o la ley de paridad de género. Eso
se puede lograr en treinta sesiones o en ocho. 
 

 

¿Qué escenario se abre en la Legislatura con
la nueva composición y qué expectativas tienen para el año próximo?

Tenemos que tener
una iniciativa permanente. Cuando asumió este Gobierno cambió la ley de
Ministerios sin tocar la planta permanente de los trabajadores. Y ahora con
esta nueva reforma pasa lo mismo. Pero somos conscientes que hay que achicar
los gastos. Y sobre esa base tenemos que seguir buscando el diálogo y consenso.
Queremos llegar al recinto con los temas conversados porque el desafío es
fortalecer institucionalmente a la Provincia.

 

Tras dos años de Cambiemos, siguen
escuchándose voces críticas tanto a la poca participación de la UCR como a
medidas que toma el Gobierno nacional y va en contra del espíritu del partido.
¿Cómo evalúa eso?

Una cosa es el
radicalismo y otra, voces radicales. En sus años de historia, el partido tiene
una institucionalidad con todos sus órganos, con los comités, con bloques. Y el
radicalismo está conforme con la participación y con lo que está haciendo desde
Cambiemos. Tenemos en claro y estamos orgullosos de nuestra pertenencia
partidaria, pero como gestión somos Cambiemos junto a otras fuerzas. La
gobernadora no es radical pero nos sentimos plenamente identificados con lo que
se está haciendo. Las voces son respetables y está bien que se las escuche,
pero el radicalismo se pronuncia por el camino que estamos.

 

¿El futuro de la UCR es dentro de Cambiemos?

Sin ninguna duda. El
ámbito para discutir dentro de Cambiemos existe y somos escuchados. Tenemos
nuestro 125 años de historia, pero en la gestión somos Cambiemos.

 

Después de dos años, ¿qué le ha sorprendido
de Vidal y qué futuro le ve de cara a 2019?

Es algo
extraordinario que vino en el momento justo a la democracia. Es una pieza clave
en la reconstrucción de la confianza. Conoce la realidad de la provincia y está
comprometida. Es una genuina expresión de la gestión. Pero hoy la veo con la
preocupación con que esté todo en marcha, no pensando en 2019. Tiene
condiciones para lo que ella decida, pero su compromiso es con la provincia de
Buenos Aires. Hoy no nos preocupa el futuro electoral.