orte a la
altura del cuello. Los delincuentes se apoderaron de la recaudación de la
jornada, unos 700 pesos, y se escaparon corriendo.
La policía fue alertada del caso y fue a socorrer al
taxista. Ahí estaba aún esperando el conductor, sangrando en el cuello y en la
butaca del Fiat Siena que utiliza para trabajar.
Los médicos le examinaron la herida y comprobaron que la
lesión no implicaba gravedad. Por eso bastó con que le suturaran la herida para
después darle el alta. (DIB) FD