rlo: ???Habiendo tantas historias, por qué te metés con
eso???, cuenta que le dijeron. ???Pero nosotros no podíamos creer que a nadie se le
hubiese ocurrido antes y seguimos adelante???, asegura. Es que la cumbia villera nació como un grito
de las entrañas en 2001, se convirtió en un testimonio de la vida cotidiana en
los barrios, y dio visibilidad a la experiencia de los sectores más
postergados. ???Nos cuenta mucho de nuestra historia???.
¿Cómo fue el
acercamiento al proyecto?
El proyecto empezó hace muchos años, en 2013. Con César
González (también conocido como Camilo Blajakis) hacíamos el programa Alegría y
Dignidad que se emitía por Canal Encuentro, en el que rescatábamos expresiones
culturales de los pibes en las villas. En esa época conocí a Fanta, que tenía
un emprendimiento cultural en la Villa 20 y nos hicimos amigos. Como él es un
fanático de la cumbia se nos ocurrió hacer algo sobre la historia de la cumbia
villera, porque nos parecía extraño que no se hubiese hecho antes. Nos dijeron
que estábamos locos, que habiendo tantas historias para contar por qué nos
metíamos con eso, pero seguimos adelante.
¿Y qué los movió a
continuar?
La cumbia villera todavía es un género a reivindicar.
Persisten prejuicios. Y también está la modorra del documental, que siempre
aborda los mismos temas, desde los mismos lugares. Y cuando aparece una
temática distinta reacciona expulsándola. Hoy todavía nos enfrentamos a
comentarios negativos sobre la cumbia. Hay desconocimiento. Son tremendos
artistas y laburantes, grandes ídolos. Pero los estereotipos se rompen cuando
empiezan a surgir las personas, con nombre y apellido, sueños, familia e
historia. Ahí la cosa cambia. Los estereotipos tienen una fuerza muy fuerte en
la comunicación pero también producen un montón de daño.
Alta Cumbia es documental,
pero también ficción. ¿Por qué se les ocurrió narrar de esa manera?
Empezamos a hacer un recorrido por las bandas que no tenían
que faltar, y cuando estábamos en ese camino apareció la posibilidad de hacer
una ficción. Para quienes venimos del documental, eso al principio nos pareció
raro. Pero después dijimos, ???si la historia de Fanta está buena, ¿por qué no
incorporar la ficcionalización???? Y así abordamos los dos caminos, la ficción y
el documental. Hicimos una síntesis que nos terminó gustando mucho. Queríamos
que se viera como se escucha, que tenga esa estética. No que fuera una historia
edulcorada que molestara menos. Estamos muy contentos por la posibilidad de
llegar a la pantalla con lo que queríamos contar y como lo queríamos contar.
Ya habías trabajado
con el tema en televisión. ¿Qué tiene de diferente el cine?
El cine queda. La televisión tiene una volatilidad mucho
mayor, en cambio las películas persisten. Si bien todo tiene un contexto de
elaboración y de recepción, está bueno decir cosas que trasciendan esos
contextos. Además, cada vez que ha aparecido una cámara y un micrófono ha sido
para cuestionar a la cumbia villera. Primero la posición de los músicos era de
defensa. Por eso plantear otro tipo de relación al principio costó un poco.
Pero después no. De hecho ellos aportaron muchas ideas. Una de las partes más
elogiadas de la peli es sobre el final cuando aparecen todos comiendo un asado
en la casa de Pablo Lescano y eso fue improvisado.
Después hiciste la
película documental sobre la historia de El Pepo???
Sí. Cuando empezamos a hacer Alta Cumbia Pepo estaba preso,
y ya sobre el final empezaba con las salidas transitorias. Después quisimos
contar su historia y cómo la vivió en la cárcel. Me pone muy contento lo que le
está pasando ahora. Es un gran tipo.
¿Podríamos decir que
la cumbia villera nos habla de parte de nuestra historia?
La cumbia villera es una cumbia testimonial y claro que nos
cuenta mucho de nuestra historia. Aborda temáticas que nunca antes ese género
musical había abordado. Cuenta lo que sucede en el barrio con las palabras y
los sonidos del barrio. Es la expresión de un sector negado. Las expresiones
culturales populares primero son invisibilizadas, después negadas, más tarde
atacadas y cuando no pueden con eso, aunque a veces lo logran, lo que hacen es
apropiarse. Se apropian del maquillaje y le quitan el contenido. Pero los
artistas que aparecen en la película siguen vigentes. No son piezas de museo y
no cantan lo que cantaban hace 15 años. Están vigentes y se adaptan a los
nuevos contextos. (DIB) MCH